Desde principios de este siglo, los grandes clubes europeos han planeado sus giras de pretemporada en diferentes países de Asia. La fiebre futbolera en ese continente tiene a Japón como la joya de la corona. Con un campeonato que es profesional desde hace solo 30 años, el fútbol en un país que tenía hasta hace muy poco tiempo al sumo y al béisbol como deportes mayoritarios, ha crecido hasta el punto de que la selección masculina se propuso como objetivo clasificarse entre los ocho mejores del Mundial de Qatar 2022 (acabó 9ª, tras caer por penales ante Croacia en octavos de final) y la femenina ya sabe lo que es levantar la Copa del Mundo. Jugadores como Kazu Miura, Okudera, Nakata, Homare Sawa o Nakamura fueron los primeros en dar el paso y enseñar el camino para que muchos otros compatriotas compitan actualmente en las mejores ligas del mundo. Aquí se narran sus histo-rias menos conocidas, las de aquellos que nunca tuvieron referentes y se acabaron convirtiendo en el espejo de otros.
FÚTBOL JAPONÉS
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