El lenguaje del fútbol es universal. El balón es el mensaje fácilmente decodificable que recorre los continentes y seduce a la mayoría de los habitantes del planeta. Y el carácter popular del juego, su llegada a tantos millones de cultores y aficionados, está directamente relacionada con su simplicidad. Nunca exige demasiado para poder comprenderlo y reclama muy poco para poder jugarlo.
 
Por eso se ha expandido de la manera formidable en que lo ha hecho y conquistado territorios con independencia de las formas culturales, políticas o económicas que los dominen, más temprano o más tarde. Si la cuna fue Inglaterra, el hogar es Europa y la sala de calderas es América de Sur, el resto del planeta es un amplio y exótico jardín en el que el fútbol se desarrolla con inexorabilidad.
 
Ligas tan antiguas como la de Australia, tan instituídas como la de Japón o tan relativamente recientes como las de Estados Unidos, Arabia Saudita o Qatar, ya compiten por la excelencia y, en ciertos casos, son habitués de las Copas del Mundo. Por eso vale la pena conocer cómo se formaron, de qué tamaño es la pasión que las sostiene y cómo se proyectan al concierto internacional. Un compendio detallado de cada una, con sus fundadores, sus protagonistas, sus campeones y su porvenir.